CAPÍTULO 1
EL INVENTO DEL CINE
El cine es un arte que posee un lenguaje propio, que
nosotros somos capaces de entender porque hemos crecido rodeados de él, pero no
hace mucho resultaba tan extraño que incluso daba miedo.
El nuevo invento del cine, fue posible gracias a toda una serie de
progresos científicos que arrancan desde siglos atrás. Así se descubrió el llamado “efecto feed”,
en el cual se basa el cine: cuando vemos algo y desaparece de pronto, los ojos
conservan su imagen durante una fracción de segundo (1/15 sg), por lo que el
cerebro continúa “viendo” durante un instante lo que ya ha desaparecido. A ello
se debe que no seamos conscientes de la cantidad de veces que parpadeamos al
día, o que si agitamos una linterna en la oscuridad veamos una línea iluminada.
Una película no es más que una sucesión de fotografías tomadas del mismo objeto
o persona a distintos intervalos. Cuando esos fotogramas se proyectan a cierta
velocidad, el cerebro va asociando las imágenes de modo que no percibe los
cortes y las interpreta como imágenes en movimiento.
El problema era crear una máquina capaz de hacer todas esas fotografías
(fotogramas) y después reproducirlas a la velocidad suficiente como para que
parecieran en movimiento. Hasta llegar a conseguir esa máquina, aparecieron y
desaparecieron muchos aparatos de los que podemos destacar los siguientes:
· La llamada “linterna mágica”, que era un aparato
utilizado en el siglo XVII para proyectar imágenes. En su interior había una
vela ante la cual se colocaba un vidrio con una imagen coloreada como si fuera
una diapositiva, y de ese modo se proyectaba.
· La cámara
fotográfica (siglo XIX), sin la cual el cine no sería posible ya que su base es
la fotografía en movimiento.
·
Los juguetes que creaban ilusiones ópticas
·
El Kinetoscopio,
en cuyo interior un motor movía 46 imágenes por segundo. Fue inventado por
Edison, y en él, el espectador, tras introducir una moneda, podía ver una
pequeña “película” de manera individual a través de un visor.
Pero hasta la llegada del cinematógrafo no fue posible la proyección de esas imágenes ante el público. La primera vez que un espectador vio imágenes en movimiento proyectadas fue en París en 1895, y fue gracias a los hermanos Lumière. Su cinematógrafo permitía tanto grabar como proyectar. Para conseguirlo se basaron en el mecanismo de una simple máquina de coser y lo aplicaron a su cámara. Al igual que la aguja de la máquina, la película iba pasando ante el objetivo “a saltos” y no de manera continua. De ese modo cada fotograma quedaba ante el objetivo el tiempo justo para ser impresionado y al momento era sustituido por otro fotograma virgen. Era portátil y funcionaba a manivela, con película perforada de 35 mm, a 16 fotogramas por segundo.
El impacto que produjo el cinematógrafo fue enorme gracias a la gran veracidad de las imágenes, y desde ese año, los Lumière recorrieron las provincias y el extranjero presentándolo. Entre sus primeras películas destacan: La salida de los obreros de la fábrica Lumière, Riña de niños y una de sus más famosas obras, La llegada del tren a la estación, que provocó el pánico entre los espectadores que creían que el tren se les echaba encima.
CAPÍTULO 2
PEQUEÑA HISTORIA DEL CINE
La popularidad del cinematógrafo creció tanto y a tal velocidad que
pronto comenzaron a construirse espacios específicos tanto para la producción
como para la reproducción de cine. Esa pasión por ver cine fue aumentando según
iba mejorando la calidad de cada nuevo aparato inventado.
La mejora de los aparatos daba nuevas ideas a los pioneros, que
rápidamente comenzaron a ver que las posibilidades que el cine ofrecía para
contar una historia eran casi infinitas. Y de ese modo, los directores que
trabajaron en el tránsito del siglo XIX al XX, fueron creando un lenguaje
específico. En 1900 ya se empleaban distintos puntos de vista, panorámicas,
planos de distinto tamaño, trucos en el montaje etc.
En estos
orígenes mudos un personaje fundamental fue el director estadounidense David W. Griffith, quien organizó todas las
aportaciones habidas hasta mediados de la década de los años diez, y las
concretó en dos películas que han pasado a la Historia del cine como
emblemáticas: El nacimiento de una nación (1915) e Intolerancia (1916).
La incorporación del sonido aún tardaría tiempo. Desde el principio se
intentó acoplar al cinematógrafo tanto el fonógrafo de Edison como el gramófono
de Emil Berliner, pero el resultado no era de gran calidad.
La Warner Bros
fue la empresa que se arriesgó a producir las primeras películas “sonoras” y
“habladas”. La pionera de todas fue El cantor de jazz (1927).
Este nuevo paso tecnológico va a influir de manera determinante en la industria
del cine y en la creación de su lenguaje específico.
A la Warner se le
unieron pronto otras compañías. Cada una utilizaba un sistema diferente para
sonorizar las películas, lo cual obligó a decidir adoptar un sistema estándar
de sonido para evitar el caos en la industria. El elegido fue el llamado sonido
óptico, que consistía en grabar el sonido en la propia película de la imagen.
Las primeras películas sonoras que comenzaron a circular por todo el
mundo se adaptaron a las circunstancias del momento. Los Estudios afincados en
Hollywood comenzaron a producir películas en varias versiones (idiomas) con el
fin de comercializar cada una en su correspondiente país, ya que las versiones
originales con subtítulos eran rechazadas en la mayoría de los países. Este
sistema perduró durante unos años hasta que vieron que resultaba muy costoso.
Fue el momento en que los productores decidieron adoptar el doblaje como opción
más económica. Con el tiempo, se adoptó e implantó definitivamente dicho
procedimiento en casi todos los países.
La revolución que supuso la llegada del sonido y la problemática
económica y técnica que ocasionó a los grandes Estudios estadounidenses en las
primeras películas sonoras, fue tal que incluso se reflejó en una película: Cantando
bajo la lluvia (1952), de Stanley Donen.
Desde entonces, el cine ha estado en constante evolución y crecimiento.
Su difusión se ha generalizado y popularizado tanto, que hoy, ese lenguaje
específico formado durante décadas es comprendido por todos sin esfuerzo.
CAPÍTULO 3
ELEMENTOS DEL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO
El cine es un lenguaje que, al igual que cualquier
otro lenguaje posee su propia gramática y ortografía.
La unidad base del lenguaje cinematográfico es el plano. Si comparamos una película
con una novela, el plano sería el equivalente a una palabra. Y a su vez esa
palabra estaría formada por letras, que en nuestro caso son las imágenes.
Un plano incluye todo lo que se
graba “del tirón” desde que se enciende hasta que se apaga la cámara. Puede
durar segundos o minutos. Existen varios tipos de planos,
dependiendo de la cantidad de información visual que muestren
Los planos básicos son:
·
Plano General. Es aquel en el
que predomina el decorado sobre el personaje. Se utiliza cuando se pretende
situar espacialmente el conjunto de los elementos que se ven.
·
Plano tres cuartos o plano americano. Es aquel en el
que se corta la figura por las rodillas.
·
Plano medio. Es el que corta
la imagen a la altura de la cadera.
·
Primer plano. Es el que se
centra en el rostro pero también es aquel que incluye una parte completa del
cuerpo.
·
Plano de detalle. Es el que abarca
una parte incompleta de un cuerpo o un objeto. Se emplea para hacer hincapié o
llamar la atención sobre algo en concreto.
No hay reglas estrictas sobre la conveniencia de elegir un tamaño u otro
de plano; de hecho lo habitual es combinar diversos modelos de planos.
En el aspecto final del plano influye la altura y el
ángulo en el que se coloca la cámara. Según estos dos aspectos distinguimos
diferentes tipos de ángulos: Los habituales son:
· Normal: Es aquel en el
que la cámara se coloca a la altura de los ojos y por tanto ofrece el punto de
vista más cercano a lo que sería la realidad.
· Picado: La cámara se
coloca a una altura mayor que la persona o cosa que filma, de modo que el
objetivo se dirige hacia abajo. Este plano suele usarse para minimizar o
ridiculizar a un personaje, pero también puede dar sensación de ruina,
fatalidad etc..Cuando la cámara se coloca justo encima de lo que filma se llama
plano cenital.
· Contrapicado: La cámara se
coloca a una altura menor que la persona o cosa que filma, de modo que la graba
de abajo a arriba. Se usa dar sensación de superioridad o triunfo, pero también
para sugerir amenaza, poder, maldad etc.. Cuando la cámara se sitúa justo
debajo del personaje se llama plano nadir.
· Aberrante: Es
aquel que se toma con la cámara inclinada lateralmente por lo que el encuadre
parece desequilibrado. Se usa para dar sensación de movimiento, o para
transmitir algo inquietante.
· Gusano: Es aquel en el
que la cámara se sitúa a ras de suelo.
Los planos se agrupan formando una escena,
que serían el equivalente a un párrafo de la novela. Cada escena relata una
acción que se desarrolla en un mismo lugar y tiempo, y que no es independiente.
Varias escenas juntas forman una secuencia, que sería el equivalente
a un capítulo entero de la novela. La secuencia contiene la narración completa
de una acción significativa dentro de la película. Es decir, narra un trozo de
la historia que tiene sentido por si mismo: una huída, una persecución, un
rescate, una celebración etc... La duración de una secuencia es muy flexible y
depende de lo que esté contando.
El encadenamiento de los planos para formar escenas, y de las escenas
para formar secuencias, debe hacerse dando siempre la sensación de movimiento y
tiempo real. Para ello los directores se ayudan de los movimientos de cámara que dotan a
las imágenes de gran realismo.
Los principales movimientos de cámara son:
·
La panorámica. Es un movimiento de
la cámara sobre su eje horizontal, vertical o diagonal, pero sin moverse del
sitio. Para lograrlo la cámara va apoyada en un trípode. La panorámica
realizada tan rápida como para emborronar la imagen se denomina “barrido”.
·
El travelling. Es un
movimiento en el que la cámara se desplaza en relación al escenario. Se realiza
colocando la cámara en unos raíles para facilitar su movimiento.
·
El zoom, o travelling óptico,.
Es un movimiento en el que gracias a los objetivos, se acerca o se aleja la
escena, pero la cámara en realidad no se mueve.
·
El steadycam. Es un
movimiento libre de la cámara. Se consigue con un sistema de suspensión y
absorción del movimiento que permite al operador realizar tomas de seguimiento
en situaciones imposibles para un travelling; por ejemplo, subiendo una
escalera o a través de los árboles de un bosque.
·
La
Grúa. Es un movimiento amplio ascendente o
descendente para situar la cámara a grandes alturas.
Todos estos elementos que acabamos de ver (planos, secuencias,
escenas etc..) tienen que presentar una coherencia, de modo que formen partedos planos que
van seguidos, parezca que de verdad se han rodado seguidos, aunque estén
rodados en lugares y momentos distintos (como suele suceder).
Esta sensación de continuidad se consigue respetando una serie de elementos como son la luz, el decorado, el
vestuario, el maquillaje, el sonido etc.. que deben ser iguales en todos los
planos que vayan seguidos. Si por ejemplo cambiara la luz entre dos planos que
de una misma escena, parecería que hubiéramos cambiado de lugar o de tiempo.
El conjunto de estos elementos que deben
respetarse reciben el nombre de “raccord”. La persona encargada
de controlar el raccord recibe el nombre de script o secretaria/o de dirección.
Otros recursos narrativos
y expresivos son
·
el flash back: consiste en interrumpir la unidad temporal para
intercalar una acción ya ocurrida o un recuerdo. Si en vez de al pasado vamos al futuro, se
llama flash forward.
· la aceleración: se logra
rodando a velocidad más lenta de los normal (8 fotogramas por segundo), de modo
que al proyectarlo a velocidad normal (16 fotogramas por segundo) la imagen
parece estar acelerada. Suele usarse como efecto cómico.
· la ralentización: se logra
rodando a velocidad más rápida de los normal (72 fotogramas por segundo), de
modo que al proyectarlo a velocidad normal (16 fotogramas por segundo) produce
el efecto de cámara lenta.
CAPÍTULO 4
LA ESTÉTICA CINEMATOGRÁFICA
Los principales elementos que
definen la estética de una película concreta son: el decorado, el vestuario, la
luz, el color y el sonido.
El vestuario
ayuda a crear el personaje, por lo que es una parte esencial de
la película. Un mal vestuario haría que
fuera poco creíble. Todo lo concerniente a las ropas que lucirán los actores es
tarea del diseñador de vestuario, que deberá adecuarse al momento en que esté ambientado la película.
Los decorados
son el escenario en el que sucede la acción. Pueden ser naturales
o creados específicamente para el rodaje; hoy en día se suele rodar más en
escenarios naturales. Sea como sea, de su gestión se encarga el director artístico
.
El color y la luz, son otros dos elementos básicos. La luz es una necesidad, ya que sin luz no se
puede rodar. Pero también tiene función creativa, ya que
según sea natural o artificial, según su ubicación, su cantidad etc.. una
figura u objeto se ve muy diferente.
El color está íntimamente ligado a
la luz. Es un elemento fundamental para dar sensación de realidad a lo que
sucede en la pantalla (no es lo mismo ver sangre roja, que en blanco y negro),
pero además, se utiliza por su valor simbólico (valores
negativos para el negro, positivos para el blanco, calidez y pasión para el
rojo, frialdad para el azul etc).
Del control de estos dos elementos
se encarga el director de fotografía, quien debe procurar un ajuste
perfecto de las luces para que no se note que ha sido grabado en distintos
sitios y a distintas horas, es decir para mantener el raccord.
El sonido existe en el cine desde los años 30, y
al principio no fue bien recibido por todos. Desde entonces forma parte
esencial de la película, con la misma categoría que la imagen. Debido a su
importancia le dedicaremos un capítulo aparte.
CAPÍTULO 5
LA BANDA SONORA
El cine es un espectáculo que aúna imagen y sonido. La imagen se registra
en un soporte llamado celuloide, por medio de fotogramas. En ese mismo
celuloide se registra también una banda que contiene información sonora. Por
ese motivo al sonido de una película se le llama de modo global banda sonora.
El sonido llegó
a la banda sonora gracias al micrófono, que convierte el movimiento físico de
las moléculas del aire en impulsos eléctricos capaces de ser grabados. Los
primeros micrófonos tenían el inconveniente de que captaban cualquier sonido,
viniese de donde viniese, lo cual hacía complicado grabar diálogos o sonidos de
ambiente. Hoy en día contamos con
micrófonos de precisión que se clasifican según diferentes criterios, como
puede ser su direccionalidad. Según esta categoría, los más usados en el mundo
del cine son
-
Micrófono Omnidireccional, cubre un ángulo
de 360º y es útil para sonidos de ambiente, pero no sirve para grabar sonidos
aislados.
-
Micrófono Cardiode, recibe este
nombre por que el espacio que cubre tiene forma de corazón. Es muy sensible al
sonido frente a él y nulo al situado detrás.
-
Micrófono Direccional, posee un área de
sensibilidad de 40º. Es perfecto para grabar de lejos, cuando hay problemas y
no puede utilizar un micrófono sin que se vea al rodar.
-
Micrófono de solapa, se engancha a la
ropa, o se disfraza en perneras y mangas del vestuario. Es idóneo para grabar
los diálogos en planos amplios.
Saber qué micrófonos usar es fundamental para conseguir una
banda sonora de calidad.
Cuando hablamos de banda sonora, la mayoría de la gente
piensa que hablamos de la música de la película, pero la banda
sonora consta de tres elementos: voz humana (diálogos), ruidos o efectos
sonoros y música. Todos son fundamentales, ya que en conjunto condicionan
nuestra percepción de la narración dándole distintos significados.
1.
EL DIÁLOGO Y LOS EFECTOS SONOROS
Desde la aparición de las primeras películas
sonoras, los diálogos se convirtieron en una de sus partes esenciales. Con
ellos se cumple una doble función:
-
Informativa: ya que nos dan información
sobre el argumento
-
Expresiva: ya que a través de ellos se
transmiten las emociones de los personajes.
Por su parte, los efectos sonoros
utilizados paralelamente a las imágenes se convirtieron en elementos de gran
importancia expresiva, ya que crean ambientes y emociones.
Para que el sonido constituya un acompañamiento
realista de la imagen hay que reproducir en la banda sonora lo que el
espectador oiría si estuviera allí. Pero no es necesario grabar todos los
sonidos que acompañan los distintos aspectos visuales de la vida real; sólo hay
que incorporar los sonidos con un significado o interés concreto.
Por ejemplo cuando dos personajes hablan en el
interior de un coche en movimiento, es conveniente oír el zumbido del motor
para mantener la sensación de que estamos verdaderamente en el interior de un
coche. Si ese sonido falta al empezar la escena, el espectador notará algo
anormal. A partir del momento en que los personajes empiezan a dialogar, el
ruido del motor ya no es preciso, porque el interés se centra en el diálogo. En
la vida real, en una situación parecida, el ruido del motor también perdería
importancia y dejaríamos de percibirlo. Sin embargo, no se puede cortar
repentinamente la banda de ruidos y pasar a la banda de diálogos, ya que el
corte llamaría la atención, y al darnos cuenta nos parecería artificial. Lo que
se hace es bajar gradualmente el volumen de sonido del motor, hasta dejarlo en
un punto mínimo.
A la hora de
registrar en la banda sonora tanto estos sonidos como los diálogos, tenemos dos
posibilidades:
-
sonido
directo. Consiste en
grabar diálogos y sonidos al mismo tiempo que se graban las imágenes. Es decir,
el sonido que se graba es el que luego va a aparecer de verdad en la película.
Esto genera bastantes problemas ya que cualquier sonido extraño obliga a
repetir la toma; sin embargo es el modo más natural de recrear el ambiente.
-
Sonido de
referencia. Consiste en grabar diálogos y sonidos
pero no para utilizados de verdad en la película, sino como referencia para que
los actores después la doblen y los
técnicos de efectos de sonido recreen el ambiente adecuado.
Por motivos obvios lo habitual es grabar ese sonido
de referencia, y añadir los diálogos y efectos sonoros posteriormente. En el
caso de los efectos es aún más lógico que se añadan en el laboratorio porque
los sonidos de algunos objetos de la vida real no suenan como los oímos en el
cine (disparos, rotura de un huevo, golpe de arte marcial), o no existen
(espadas láser) o no tienen la calidad requerida en el momento de rodarse. En
todos esos casos se recurre a los llamados “efectos sala”. Allí se
recrean utilizándose los medios más insospechados, desde cajones de arena
removidos con la mano o las chapas metálicas agitadas en un principio, hasta
los modernos efectos digitales de hoy en día.
Cualquier cosa vale para intentar que el espectador
crea lo que ve y lo que oye. Para lograrlo, a menudo se recurre a la
exageración. En la vida real los (puñetazos, disparos, chirridos o golpes no
suenan de manera tan contundente).
Dependiendo del origen de la fuente sonora
distinguimos varios tipos de sonido:
-
voz o
sonido en “in”: es el sonido relacionado con los personajes u objetos
que estamos viendo en la imagen.
-
voz o
sonido en “off”: es el sonido que no pertenece a personajes ni objetos
de la película, por ejemplo la voz del narrador al que no vemos.
-
voz o
sonido fuera de campo: es el sonido cuya procedencia no vemos pero
podemos deducirla porque seguramente acabará apareciendo.
2.
LA
MÚSICA
La música forma parte de la banda sonora de una
película; no es la banda sonora en sí misma aunque su comercialización en CD se
haga bajo ese nombre. Desde hace unos años se ha extendido un fenómeno de
marketing que trata de explotar el aspecto musical de las películas. Para ello,
en la banda sonora se incluyen una serie de temas que se usan en su promoción,
aunque luego en la mayoría de los casos apenas suenan unos segundos en
pantalla. Este fenómeno ha hecho que el concepto de “banda sonora” se use para
aludir sólo a la música de la película, cuando en realidad eso se llamaría
“banda sonora musical”.
La música es un elemento empleado en todas las
películas. De hecho hay directores que no son capaces de concebir su película
sin el acompañamiento musical, y a la hora de planificar las imágenes que van a
rodar ya tienen en mente la música que debe sonar.
La música empleada en el cine se clasifica según
dos categorías:
-
música
diegética: Es la que pertenece a una fuente de sonido propia de la
película: una radio que suena, un concierto al que asisten los protagonistas.
Es decir, sería la música que suena “desde dentro” de la película, que los
personajes pueden oír. Cumple una función de ambiente y sirve en ocasiones para
identificar determinados espacios. Así, el primer plano de un personaje con
esmoquin sentado en una butaca oyendo un aria nos lo sitúa en la ópera sin
necesidad de más planos.
-
música
extradiegética: Es
aquella que nosotros oímos pero los personajes no, por ejemplo la música que
suena durante una batalla, o la que suena cuando los enamorados se miran. Es la
música que se compone o se adapta ex-profeso para la película y que por ello se
integra como un elemento más de la narración dándole unidad. Se llama también
música “incidental” y se aplica al cine por imitación de la ópera y el teatro.
Además de
estos dos tipos, podemos encontrarnos con situaciones difíciles de clasificar.
Es lo que llamamos Falsa
diégesis. Consiste en utilizar música aparentemente diegética pero que en realidad no lo es. Se usa mucho
en películas históricas para aumentar la solemnidad de algún momento musical
(por ejemplo una llegada del ejercito romano) de modo que suena mucha más
música de la que realmente se escucharía dados los pocos instrumentos que
aparecen en la pantalla.
Independientemente de si es diegética o no, la
música de las película puede ser original (compuesta expresamente para el film)
o no original (temas existentes con anterioridad) Pueden ser piezas que
pertenecen a la época en que se sitúa la acción, como la música de Mozart en Amadeus, temas populares de la cultura en la que se
ambienta el film etc.. La música no original suele usarse menos porque a menudo
resulta más cara que encargarla expresamente a un compositor, por el precio de
los derechos de autor.
2.1.
FUNCIONES DE LA MÚSICA EN EL
CINE
La música para cine cumple muy diferentes y variadas
funciones. Hay que tener siempre en cuenta que es música inspirada por unas
imágenes y pensada para acompañar a esas imágenes intensificando su efecto en
nosotros. De todas sus funciones posibles, las fundamentales son las
siguientes:
I)
Crear atmósfera:
Este aspecto se hace especialmente importante en el
caso de las películas de terror. Una película de este tipo sin música apenas
produce impresión. Para crear esta atmósfera tan especial existen una serie de
recursos musicales muy fáciles de identificar.
-
los instrumentos se utilizan en registros
extremos (muy agudo o muy grave)
-
la melodía se basa en muy pocas notas y es muy
obsesiva. Se utiliza muchas disonancias y grandes saltos melódicos.
-
en el caso de intervenir la voz suele tener una
parte melódica y otra de gritos y susurros
-
los matices van frecuentemente del pianissmo al
fortísimo
Como ejemplos de todo esto podemos escuchar algún
fragmento de Psicosis, Alien, el octavo pasajero, Tiburón,
Drácula, El silencio de los corderos etc..
Otro caso típico de
creación de ambiente con música es el de las películas fantásticas. En
ellas casi siempre suele aparecer el sonido del carillón o de la celesta como
método para recrear un ambiente sobrenatural. Esto se debe a que un
instrumentos de láminas de metal produce un sonido cristalino que se relaciona
fácilmente con la magia. El uso de este
tipo de instrumentos asociados a lo fantástico, es algo que ya encontramos en
la ópera “La flauta mágica” de Mozart o en el ballet “Cascanueces” de
Tchaikovsky. Ejemplos modernos de esto los tenemos en E.T, Parque Jurásico, Star Trek etc.. El ejemplo más
actual es el de Harry Potter y la cámara secreta.
II)
Situarnos en una época o lugar:
El tipo de instrumentos que suenan, los ritmos, los
giros melódicos etc.. nos sitúan con mucha facilidad en la época que quiera el
compositor. Para cumplir esta función suelen utilizarse a menudo instrumentos
que se identifiquen rápidamente con la música típica de una región o momento
histórico. Por ejemplo, la gaita en el caso de películas de ambiente celta, el
clave para películas de época barroca etc...
Hay dos ejemplos muy claros de este uso de la
música. Por un lado tenemos la película Braveheart,
donde se utiliza la gaita para evocar el ambiente de la Escocia medieval. Otro es el tema de
amor de El padrino que incluye una mandolina y un acordeón, instrumentos
muy populares en Italia y sobre todo en Sicilia donde se ambiente la película.
Cuando no se puede utilizar una música similar a la
del momento de la película porque en realidad no se conoce esa música, se
suelen inventar características musicales que acaban identificándose con esa
época o lugar. Ese es el caso de la música para películas de “romanos”. Esa
música que nosotros reconocemos nada más oír como “de romanos”, ha sido creada
y alimentada por generaciones de compositores que han considerado que debía ser
así. Nadie sabe como sonaba la música realmente en el Imperio Romano pero todas
la películas de esas época emplean para las escenas impactantes una música de
carácter militar, grandilocuente, con ritmo muy marcado y protagonismo del
viento metal. Como ejemplo clásico tenemos Ben Hur, y como ejemplo más
actual Gladiator.
Otro tanto sucede con la música que rápidamente
reconocemos como “de vaqueros” o “de película del Oeste” (Los sietes
magníficos, El bueno, el feo y el malo etc..), o con la de películas
de ciencia ficción para crear atmósfera
III)
Anticipar la acción:
La música que acompaña a algunas imágenes nos da
pistas de lo que viene a continuación. La sensación de angustia que se crea
antes de que aparezca por ejemplo un personaje terrorífico, se logra siempre
gracias a la música. Igualmente cuando el protagonista y la protagonista de una
película romántica se conocen a menudo ese primer encuentro suele acompañarse
de una música que presagia un futuro romance. Cualquier película de las
mencionadas antes. Este tipo de función la encontramos en cualquier tipo de
película de cualquier género.
IV)
Intensificar el sentido de una escena:
Al añadir la música adecuada a unas imágenes se
logran emociones más intensas en el espectador. Los dramas y las películas
románticas utilizan mucho este recurso. Esta claro que los besos apasionados de
cine no serían lo mismo sin una orquesta entera de violines sonando por detrás.
En el extremo apuesto, las sensaciones tristeza, soledad, dolor etc.. son mucho
más intensas acompañadas de música.
Este tipo de melodías presentan una serie de
características comunes:
-
los instrumentos se utilizan generalmente en un
registro medio, no inquietante.
-
La melodía es agradable y se puede tararear con
facilidad. No emplea disonancias ni grandes saltos melódicos.
-
en caso de intervenir la voz lo hace de manera
melodiosa
-
los matice son bastante regulares acercándose al
forte en la parte de mayor clímax de
la melodía, pero sin cambios bruscos de volumen.
Como ejemplos significativos podemos escuchar los
temas principales de Titanic, Gosht o La lista de Schindler,
pero prácticamente en cualquier película hay momentos de gran intensidad
emocional reforzados por la música.
V)
Ilustrar el carácter de un personaje:
A menudo la melodía sirve para identificar un personaje
determinado. El carácter de esta melodía coincide con sus cualidades
principales; puede ser alegre, melancólica, insinuante etc... Muchas veces
sabemos que ese personaje va a aparecer porque antes oímos la melodía que le
identifica; incluso puede sugerirse su presencia sólo con la música, sin que le
veamos. Este recurso proviene de la ópera y se conoce como leitmotiv.
Esta técnica del leitmotiv fue adaptada al cine por compositores pioneros como
Max Steiner, autor de la banda sonora musical de Lo que el viento se llevó
y Casablanca, entre otras.
El leitmotiv se identifica con el personaje porque
suena la primera vez que vemos ese personaje y queda asociado a él. A partir de
ese momento puede volver a repetirse de manera idéntica cada vez que aparezca
el personaje o puede tener variaciones. La variación consiste en repetir un
motivo musical cambiando alguno de sus elementos. Se puede variar el compás,
los instrumentos, el tempo, algunas notas etc., pero a pesar de ello siempre
reconoceremos el tema que sirvió de modelo inicial. Esto suele hacerse para
adaptar ese tema a las situaciones que va viviendo el protagonista.
Un leitmotiv no sólo se puede identificar con una
persona sino también con un sentimiento o una emoción.
Un leitmotiv internacional e intemporal es el que
para siempre quedará asociado a la serie de dibujos animados La pantera rosa,
una melodía misteriosa y refinada mezclada con el estilo del jazz que encaja a
la perfección con el carácter de ese felino. La sensación de misterio a través
de la música a menudo va asociada a una melodía cromática, es decir una melodía
compuesta por semitonos. Además de en La pantera rosa, podemos observar muchos
fragmentos cromáticos en cualquiera de las películas de Harry Potter.
Ejemplos más cercanos a nosotros y muy típicos son
el de Star Wars, cuyo tema principal
es una suma de los leitmotiv de cada personaje, o El señor de los anillos.
2.2.
EVOLUCIÓN DE LA MÚSICA COMPUESTA
PARA CINE
Para componer la música de una película hay que
conocer muy bien su argumento y tener muy clara la idea que el director quiere
transmitir, ya que la música puede cambiar la manera en la que vemos una
película.
Aunque
la música de cine se asocia a la aparición del sonido en las películas (a
finales de la década de 1920), ya en el cine mudo se escribían bandas sonoras.
En los orígenes, era habitual encontrar a los intérpretes tocando bajo la
pantalla de proyección.
Muchas
teorías dicen que la utilización de música en un principio se debió a la necesidad
de contrarrestar el sonido que producían los viejos proyectores
cinematográficos, e incluso el ruido de los propios espectadores; pero parece
más probable pensar que la música se asoció a las imágenes por imitación de las
obras de teatro, operetas y otros tipos de espectáculos anteriores a la
aparición del cine.
Al
inicio de la proyección se apagaban las luces y comenzaba una obertura de la
orquesta, si la había, o del pianista, en locales con menos medios. Después,
orquesta o pianista continuaban acompañando durante toda la proyección,
tocando obras clásicas u obras enviadas por la distribuidora de la película
junto con las bobinas de proyección.
Llegó un momento en que las piezas clásicas eran catalogadas en función del
tipo de escena que podían acompañar mejor: marchas fúnebres, para las escenas
tristes; música romántica y melódica, para las escenas de amor; acordes
tenebrosos y sonidos graves para los instantes de misterio o terror etc.
Posteriormente,
se comenzó a pedir a los compositores que crearan nuevas obras para acompañar
las imágenes. En estos primeros tiempos, los costes económicos, tanto para la
producción de la banda sonora como para la contratación de las orquestas en
los locales en los que se proyectaba el film, eran muy elevados.
Tras
la implantación del cine sonoro, con “El cantor de jazz ” en 1828, se
generalizó el empleo de la banda sonora musical, lo cual permitió abaratar
costes ya que al estar la música incorporada a la película no se precisaban
músicos en la sala de proyección. A partir de entonces las compañías
productoras de cine crean departamentos específicos de música y contratan a
compositores, arreglistas, orquestadores, etc.
Es
una época en la que todavía no existen unos patrones definidos sobre el modo de
aplicar la música al cine, excepto en las películas musicales.
2.2.1. los primeros compositores: la década de 1930
A partir de los años treinta, los
compositores cobran mayor importancia en los departamentos musicales de las
compañías productoras. Dos compositores austríacos, Max Steiner y Erich
Wolfgang Korngold son las dos figures clave de esta etapa.
Max Steiner, comenzó a trabajar en el cine
mudo tras llegar a Estados Unidos, en 1913. Escribió la música de películas
como KingKong
(1933). Fue un compositor fundamental que afrontó todo tipo de
estilos musicales. Entre sus bandas sonoras más conocidas como Lo que el
viento se llevó (1939) o Casablanca (1943).
Con estos dos autores se empieza a definir el
método de composición basado en el “leitmotiv”
que mencionábamos anteriormente.
2.2.2. la década de los 40
Mientras
Europa estaba envuelta en la Segunda Guerra Mundial, Hollywood conseguía
que la industria cinematográfica fuera una de las más prosperas de su país.
Aparecen nuevos compositores de talento que dan al cine una música de calidad,
con lo que la banda sonora adquiere importancia propia dentro del proceso de
creación de la película. Además, mejoran las técnicas de grabación y
reproducción del sonido.
Entre
estos nuevos compositores, podemos citar a los siguientes:
·
Alfred Newman. compuso la música que suena cada vez que comienza una película de la
Fox. Estuvo nominado 36 veces al Oscar y lo consiguió en nueve ocasiones.
·
Miklos Rozsa. De origen húngaro, compuso casi cien bandas sonoras. Destacan Ben-hur,
El ladrón
de Bagdad y El libro de la selva.
·
Bernard Herrmann. Posiblemente, el más respetado de todos los compositores
cinematográficos.. La sólida formación musical de Herrmann le permitió trabajar
películas muy diferentes entre sí: Ciudadano
Kane, Ana y el rey de Siam, Con la muerte en los talones o Psicosis son algunos ejemplos.
Esta última es, quizás, una de sus obras más apreciadas e imitadas, por su
inquietante y tensa música y la fascinación que causa el pasaje de la muerte de
la protagonista en la ducha.
2.2.3. la década de los 50
En las dos décadas
siguientes a 1950, la música de cine pasa por un proceso de renovación
incorporando estilos no sinfónicos a la música. En primer lugar, el
jazz y, posteriormente, el rock y otros estilos comienzan a utilizarse como
música instrumental para crear la banda sonora de muchas películas.
En este momento
empieza a implantarse la costumbre de crear una canción para los títulos de
crédito iniciales. Esto
lleva a que en muchos casos se acabe construyendo toda la banda sonora a partir
de la melodía de la canción.
Los autores más
destacados de esta época serían:
·
Malcolm Arnold. Es el autor de una de las melodías más silbadas de la historia del
cine, El puente sobre el río Kwai.
·
Elmer Bernstein. Compuso más de doscientas partituras para cine con diversos estilos
musicales como Los siete magníficos, Los diez mandamientos, o Los
cazafantasmas, entre otras.
·
Nino Rota. Sus partituras más populares quizás sean El
padrino
y Romeo y Julieta.
2.2.4. la década de los 60
Desde
los 60, la competencia con la televisión dio lugar a la producción de películas
de gran espectacularidad y formatos de pantalla grande, como el cinemascope.
En lo musical asistimos a la incorporación de la música ligera al cine. Se
trata de usar diversos estilos populares que están de moda en el momento como eje sobre el que crear la
banda sonora.
En esta línea, Henry
Mancini es el compositor más destacado y popular. Sus títulos más conocidos
son La
pantera rosa, y Desayuno
con diamantes.
Mientras esto
ocurría en América, en Europa encontramos dos compositores fundamentales que
también mezclan estilos populares en sus composiciones:
·
John Barry. Alcanzó la popularidad
con sus trabajos para la serie del agente James Bond. Pero junto a esas
melodías más “modernas” desarrolló una línea de composición más sinfónica que
emplea la cuerda para crear tranquilas y relajadas melodías. La culminación de
esto se verá en los 80-90 con obras como Memorias
de África (oscar a la mejor banda sonora en 1985) o Bailando con lobos (Oscar en 1990).
·
Ennio Morricone. Es uno de los compositores cinematográficos más apreciados de todos los tiempos, y también uno
de los más prolíficos, con más de cuatrocientas bandas sonoras que recorren
todos los géneros cinematograficos, desde el drama a la comedia, pasando por
el cine social y político, cine de terror y, por supuesto, el western, para el
que creó un nuevo tipo sonido que marcó su carrera en películas como La muerte tenía un precio o El bueno, el feo y el malo. Su obra es muy extensa y abarca desde películas
de poco presupuesto hasta grandes superproducciones. En todos los casos su
música tiene una calidad melódica y una capacidad para emocionar única. Así lo
podemos percibir en Cinema Paradiso o
La
misión. Esta última ganó
un oscar en 1986 a
la mejor fotografía y estuvo nominada a otros seis, entre ellos mejor película,
mejor director, mejor montaje y mejor banda sonora.
2.2.5. de los setenta a la actualidad
Al
comienzo de la década de los setenta nos encontramos con un panorama en la
música de cine muy amplio, que combina la música sinfónica con influencias de
otros tipos de música, ampliándose las posibilidades con la incorporación de
canciones e incluso con el encargo de bandas sonoras a compositores de pop y
rock de fama reconocida. En casi todos los casos estamos hablando de un cine
comercial, de consumo rápido, alejado del cine tradicional, que sigue
apostando por bandas sonoras orquestales.
Figuras
clave que comenzaron en esa década son:
·
John Williams. Puede considerarse el
compositor más destacado de esta época y uno de los más notables de toda la
historia del cine. A comienzos de los setenta inicia una etapa en la que pone
música para grandes producciones, y se orienta hacia la música sinfónica espectacular.
Ese camino le llevará hasta sus trabajos para la trilogía La guerra de las galaxias, lo que le convirtió en el compositor más comercial e imitado del
momento. Desde entonces se ha convertido en compositor fetiche para muchos, lo
cual no es de extrañar ya que suyas son las bandas sonoras de: Superman, En
busca del arca perdida, Indiana Jones
y el templo maldito, Indiana Jones y
la última cruzada, Drácula, Tiburón, E.T. el extraterrestre, Hook, Solo
en casa, Parque Jurásico (todas), El imperio del sol, La lista de Schindler,
Minority Report, Harry Potter (todas), Salvar al soldado Ryan,
Inteligencia artificial, y un largo etc.
Desde
pequeño estudió piano, además de trombón, trompeta y clarinete. En su escuela
se encargaba de componer y arreglar la música de la banda y cuando le llegó el
momento de hacer el servicio militar también fue él quien se encargó de
componer y arreglar la música para la banda de su cuartel. Ha estado nominado
39 veces al Oscar a la mejor banda sonora y lo ha conseguido en 5 ocasiones con
El violinista en el tejado, Tiburón, La guerra de las Galaxias, E.T. el extraterrestre
y La lista de Schindler. Sus dos últimos trabajos, Munich y Memorias de una Geisha, han
sido de nuevo nominados a los Oscar en
2006 pero no ha conseguido ninguno.
·
Jerry Goldsmith. Es el segundo gran
compositor de esta época, a la misma o más altura de Williams, pues ha
demostrado una enorme capacidad para sorprender con cada nueva partitura. La
lista de títulos con grandes bandas sonoras es también muy larga, pero al menos
hay que citar películas como Star Trek,
Alíen, el octavo pasajero, El planeta de lo simios, La profecía, Poltergeist, Gremlins, Rambo, Instinto
básico, El primer caballero, Desafío total, Mulan, Air Force One, La momia etc.. Ha
estado nominado 15 veces a la mejor banda sonora pero sólo lo consiguió en 1976
con La profecía.
Hoy
en día continua ese gusto por las grandes bandas sonoras sinfónicas, pero cada
vez es más habitual encontrar canciones conocidas como reclamo comercial de
las películas, lo que conlleva, en muchas ocasiones, una doble banda sonora:
la que crean las canciones y la que se escribe especialmente para cada escena.
Como compositores actuales significativos podemos citar nombres
recientes como:
·
James Horner. Se ha convertido en
uno de los compositores más comerciales, con El nombre de la rosa, Titanic,(Oscar en 1997) Leyendas de
pasión, Braveheart etc..
·
Alan Silvestri. Es otro de los
compositores encargados de poner música a algunas de las películas más
comerciales: Forrest Gump y la trilogía
de Regreso al futuro.
·
Danny Elfman. Procede del mundo del
rock, pero se ha convertido en poco tiempo en uno de los compositores más
solicitados por la industria del cine. Suyas son las bandas sonoras de Eduardo Manostijeras, Batman, Independence Day
y Spiderman.
·
Hans Zimmer. Es un músico muy
popular. Sus trabajos en grandes producciones como El
príncipe de Egipto, El rey león (Oscar en 1994), Gladiator, Piratas del Caribe, El código da Vinci, El útlrimo samurai
etc.. le sitúan también entre los más solicitados.
·
Alan Menen: Especializado en
películas de dibujos animados ha obtenido varios Oscar: en 1989 por La
Sirenita, en 1991 por La bella y la bestia y en 1992 por Aladdin.
·
Howard Shore: Es el compositor de
moda en estos momentos tras su Oscar en 2001 por El señor de los anillos, y en 2003 por El señor de los anillos, el retorno del rey. Sus últimos trabajos
son las creaciones para la saga Crepúsculo.
En
cuanto a España, las dos últimas décadas del siglo XX han visto
la aparición de numerosos compositores de gran talento. Entre ellos Alberto
Iglesias con Lucía y el sexo, Todo sobre mi madre, Hable con
ella, Los abrazos rotos o La piel que habito entre otras. En 2005 compuso la banda sonora
de El jardinero fiel, lo que le valió una nominación a los Oscar a la misma altura que John
Williams, aunque ninguno de los dos lo consiguió.
2.2.6. El cine musical
Una
mención aparte merece el cine musical, ya que en él la banda sonora es el
elemento central en torno al que se desarrolla la película. Se pueden distinguir dos tipos:
1. El ambientado en un cabaret, un
teatro, etc., en el que los números musicales forman parte del mundo filmado (Cabaret, Ha
nacido una estrella... ).
2. El que contiene escenas en que
los actores, en cualquier momento de la acción, bailan y cantan (Hair,
Grease... ).
En
1929 se estrenó el
primer ejemplo de cine musical: Melodías de Broadway. Consiguió tal
éxito que en los siguientes años tuvo lugar una auténtica fiebre por este tipo
de películas.
En los años 30 los
dioses del musical fueron Fred Astaire y Ginger Rogers, que han dejado para la
historia algunas de las mejores escenas de baile. En los 40 y 50 Frank
Sinatra, Judy Garland y, sobre todo, Gene Kelly, con Un americano en París y Cantando
bajo la lluvia, protagonizaron
algunas de las películas musicales más importantes de la época. El género
comenzó a decaer en la década de 1950, pero se revalorizó hacia 1961 con West
Side Story, a la que puso música
Leonard Bernstein.
Desde los años 70 el
genero musical ha dependido de largometrajes que tenían como protagonista la
música de algunos de los grupos modernos más importantes del momento, como !Qué
noche
la de aquel día! (The Beatles), El muro (Pink Floyd) o Quadrophenia
(The Who)
En los últimos años
el musical se ha vuelto a poner de moda y ha ganado en espectacularidad y
presupuesto. Prueba de ello son Moulin Rouge, Chicago o El
fantasma de la ópera.
También en las
últimas décadas se han rodado algunos trabajos cuyo argumento es propia música
recreada históricamente, pero estas películas que no pueden considerarse
“musicales” : Amadeus, El profesor de música, Farinelli, Todas las mañanas del mundo, etc.